
El día sábado 15 de septiembre, la psicoanalista Adela Fryd comentó la clase número IX. “Pasaje al acto y acting out” del seminario 10 La angustia. Para abordar este tema se refirió a la relación del neurótico con la falta en tanto no se la soporta por indicar la castración en el sujeto y su relación con la falta en el Otro. Distinguió entre la falta en relación al deseo y la imaginarización de la falta. En ambos casos lo que se evita es el encuentro con la castración. Para ejemplificar presentó la fobia de Juanito como un síntoma que responde a que, metonímicamente, Juanito es lo que le falta a la madre, es el falo metonímico de la madre. El síntoma es una estructura significante que surge para evitar la angustia. En estas condiciones “falta la falta”, es decir, se obtura la falta y se reniega la castración. El neurótico es aquel que intenta permanentemente que falte la falta.
Desde allí, se refirió la estructura del fantasma, formula que corresponde a la angustia y a qué le puede responder el sujeto al Otro. El objeto a en el fantasma se presenta como guía en lugar de cubrir esa falta estructural. En el caso de la psicosis el niño es un objeto que completa la madre, mientras que en la neurosis el objeto es algo que limita. Por esto el objeto a responde a la castración ya que aparece cuando el sujeto pide ¿Qué quiere el Otro? En el fantasma se trata del objeto que el sujeto demanda; el neurótico supone que el Otro demanda algo y se sacrifica por el supuesto goce del Otro. En rigor, lo que quiere sacrificar es la castración. En el fantasma como respuesta a la castración, falta la falta; es aquello que maquilla esa falta con el objeto a.
El objeto a del fantasma esconde el objeto a y cuando el fantasma vacila surge la angustia. La angustia en psicoanálisis es la pista del funcionamiento del objeto a, en este sentido ¿Cómo ubicar al objeto? Adela Fryd habló de dos dimensiones en la que falta la falta:
1. Como falo imaginario (-φ) adquiere dos valores: en sentido positivo como aquello que vela la castración; en sentido negativo como respuesta a la falta del Otro. El perverso polimorfo es el sujeto que se coloca como objeto frente a cualquiera y quiere recuperar el objeto que al otro le falta. Esta posición también está en relación con la histeria.
2. Como fantasma: el objeto del fantasma no es el que habita la falta. Lo simbólico nunca apresa del todo a la cosa – objeto. El obsesivo es aquel que se empeña en que el significante lo va a apropiar de eso. El objeto a es un objeto vacío que va tomando formas en las zonas erógenas. Aquí se trata del objeto parcial cosificable bajo la forma de seno – heces.
El objeto a se arma alrededor de un vacío que la pulsión recorre en su trayectoria. Está aislado, cortado, escindido; es el objeto que se cae entre el sujeto y el Otro, tiene que ver con lo dos pero no es de ninguno.
Lo que en el Seminario X es angustia, luego va a ser plus de goce. La angustia surge porque el objeto aparece allí donde no debía estar lo que da lugar al efecto siniestro. En este sentido la angustia no engaña y no es sin objeto. Este objeto causa del deseo hace aparecer la angustia como defensa contra la falta de la falta. Se trata de un objeto real que no es nombrable ni ubicable, es lo que no se ve en el espejo y causa el sujeto y al deseo que empuja.
En psicoanálisis hay que poder ubicar al objeto que no está tenido en cuenta y para eso hay que poder aislarlo. En el caso del acting out se trata de un objeto que entra en la escena para ser mostrado. Es una defensa frente a la angustia ya que se trata de que falte la falta. El acting llama a la interpretación porque da a ver lo que no se puede decir en el discurso y el sujeto no sabe lo que esta diciendo en relación al objeto.
En el pasaje al acto hay una identificación al objeto, por ejemplo en el caso de la joven homosexual en donde el paso por la mirada del padre la impulsa a tirarse de las vías del tren. El suicidio realmente logrado es un pasaje al acto.
Para Adela Fryd actualmente hay una falta de las envolturas del objeto (ideal en relación a la función paterna). El objeto pasó a la escena y hay una mostración.
En el caso de las adicciones el sujeto cree que se acerca al objeto y que está tocando lo mas puro del objeto perdido, las adicciones consisten en querer tomar al objeto a como si fuera sustancia-objeto sin velo.
Se trata, en verdad, de una clínica del “todo a la vista”.
Lucrecia Russo
Desde allí, se refirió la estructura del fantasma, formula que corresponde a la angustia y a qué le puede responder el sujeto al Otro. El objeto a en el fantasma se presenta como guía en lugar de cubrir esa falta estructural. En el caso de la psicosis el niño es un objeto que completa la madre, mientras que en la neurosis el objeto es algo que limita. Por esto el objeto a responde a la castración ya que aparece cuando el sujeto pide ¿Qué quiere el Otro? En el fantasma se trata del objeto que el sujeto demanda; el neurótico supone que el Otro demanda algo y se sacrifica por el supuesto goce del Otro. En rigor, lo que quiere sacrificar es la castración. En el fantasma como respuesta a la castración, falta la falta; es aquello que maquilla esa falta con el objeto a.
El objeto a del fantasma esconde el objeto a y cuando el fantasma vacila surge la angustia. La angustia en psicoanálisis es la pista del funcionamiento del objeto a, en este sentido ¿Cómo ubicar al objeto? Adela Fryd habló de dos dimensiones en la que falta la falta:
1. Como falo imaginario (-φ) adquiere dos valores: en sentido positivo como aquello que vela la castración; en sentido negativo como respuesta a la falta del Otro. El perverso polimorfo es el sujeto que se coloca como objeto frente a cualquiera y quiere recuperar el objeto que al otro le falta. Esta posición también está en relación con la histeria.
2. Como fantasma: el objeto del fantasma no es el que habita la falta. Lo simbólico nunca apresa del todo a la cosa – objeto. El obsesivo es aquel que se empeña en que el significante lo va a apropiar de eso. El objeto a es un objeto vacío que va tomando formas en las zonas erógenas. Aquí se trata del objeto parcial cosificable bajo la forma de seno – heces.
El objeto a se arma alrededor de un vacío que la pulsión recorre en su trayectoria. Está aislado, cortado, escindido; es el objeto que se cae entre el sujeto y el Otro, tiene que ver con lo dos pero no es de ninguno.
Lo que en el Seminario X es angustia, luego va a ser plus de goce. La angustia surge porque el objeto aparece allí donde no debía estar lo que da lugar al efecto siniestro. En este sentido la angustia no engaña y no es sin objeto. Este objeto causa del deseo hace aparecer la angustia como defensa contra la falta de la falta. Se trata de un objeto real que no es nombrable ni ubicable, es lo que no se ve en el espejo y causa el sujeto y al deseo que empuja.
En psicoanálisis hay que poder ubicar al objeto que no está tenido en cuenta y para eso hay que poder aislarlo. En el caso del acting out se trata de un objeto que entra en la escena para ser mostrado. Es una defensa frente a la angustia ya que se trata de que falte la falta. El acting llama a la interpretación porque da a ver lo que no se puede decir en el discurso y el sujeto no sabe lo que esta diciendo en relación al objeto.
En el pasaje al acto hay una identificación al objeto, por ejemplo en el caso de la joven homosexual en donde el paso por la mirada del padre la impulsa a tirarse de las vías del tren. El suicidio realmente logrado es un pasaje al acto.
Para Adela Fryd actualmente hay una falta de las envolturas del objeto (ideal en relación a la función paterna). El objeto pasó a la escena y hay una mostración.
En el caso de las adicciones el sujeto cree que se acerca al objeto y que está tocando lo mas puro del objeto perdido, las adicciones consisten en querer tomar al objeto a como si fuera sustancia-objeto sin velo.
Se trata, en verdad, de una clínica del “todo a la vista”.
Lucrecia Russo