22 junio 2007

Comentario 3º Clase del Seminario Clinico










La angustia es lo que no engaña


El sábado 9 de junio realizó una nueva reunión del Seminario Clínico, esta vez a cargo de docentes de Tucumán, bajo el titulo “La angustia es lo que no engaña”.
Gabriela Duguech desplegó su discurso guiado por las pautas para el abordaje metodológico de la angustia indicadas por Jacques Lacan en el Seminario X, clase v, ¨ Lo que engaña ¨. Para ello menciono los ejes en los cuales buscar la angustia: goce del Otro, demanda del Otro, deseo del Otro.
Para comentar el deseo del Otro, en tanto deseo del analista presente en el análisis, cuestiona el concepto de cura, demarcando como objetivo la mejora en la posición del sujeto, manteniéndonos en el plano de la verdad. Teniendo en cuenta el valor estructurante del vacío, considerado en el esquema expuesto por Marta Pagano de Verde, en donde se ubica el lugar de la angustia, ocupado por (– fi).
La angustia, en el goce del Otro es rastreada a través de la experiencia de la pesadilla, y para comentarla tomó la obra de Jones de la cual se desprende un mito alusivo a un ¨ser que te oprime el pecho con su peso opaco de goce extranjero, que te aplasta bajo su goce¨ . Aquel ser pesa por su goce e interroga, ¨ un significante que se propone a si mismo como opaco¨, designando la posición del enigma. Así engancha con la dimensión de la demanda, considerándola en su forma reducida.
Teniendo en cuenta los desarrollos de Kurt Golgstein, Duguech siguiendo a Lacan tomará su aporte considerando que: el campo de la falta se produce bajo el efecto de una demanda, (en el laboratorio, en la aplicación de una prueba o de un test.)
Por lo tanto esta dimensión del A nos envuelve a todos, tanto en las experiencias con animales (Pavlov) como en el psicoanálisis, donde el organismo sensible de experiencia es el sujeto hablante. Encontrando un punto de unión en el hecho que tanto como para los animales como para el sujeto hablante la dimensión del A esta presente en la experiencia. Demarcada por lo desconocido, lo extraño que se despliega, lo residual, lo cual no puede captarse como algo frente al cual el sujeto permanece transparente a su conocimiento.
Y esto es justamente lo que engaña, la imagen especular.
Gabriela Duguech ilustro con un ejemplo: en el niño la angustia surge cuando la relación con el otro (madre) es perturbada. Esta relación sobre la cual se instituye la falta que engendra el deseo. Hace referencia al caso Juanito en donde la madre se presenta completa, entonces esto perturba al niño al estar frente a la falta de la falta, interpreta así a la angustia como la señal de carencia de apoyo que la falta procura. Lo que nos permite asociar al tema de la falsedad en la demanda del neurótico, lo engañoso de la misma se justifica ante el surgimiento de la angustia frente a la respuesta que la colma.
Así el objeto de deseo no es el que colma, sino el que causa


Luis Seiffe comenzó su exposición ubicando al Seminario X ¨La angustia¨, como la obra con la cual Lacan culmina su imperialismo significante, y a través de la angustia hace su apertura al registro de lo real.
Seiffe sigue a Lacan en su desarrollo en él capitulo vi ¨Lo que no engaña¨, advirtiendo, reconocer en el lugar adecuado lo que se presenta en la experiencia. Para evidenciarlo comenta la teoría de la genitalidad de Ferenczi, planteando el interrogante ¿cómo llega la vagina al goce vaginal? Que es resuelto siguiendo a Freud en su experiencia analítica que le demuestra que se produce un desplazamiento de la erogeneidad del clítoris a diferentes partes del cuerpo.
Esto da pie a Lacan para justificar su metodología de acceso a lo real, a través de la angustia. Señala que el lugar del vació desempeña una función esencial, lo evidencia solucionando la paradoja del goce vaginal. Reconociendo la necesidad del lugar vacío en un punto funcional del deseo.
Para presentar la estructura de la angustia, la abordará a través del espejo visto de canto, que permite ver al sujeto, un punto que no es perceptible directamente, que fascina, pero no se extiende al infinito, hay limites lo que equivale a decir que la angustia esta enmarca. Metafóricamente recurre al cuadro que se coloca en el marco de una ventana. Intentando tapar lo que se ve a través de ella. Y es en este punto donde establece la relación con el fantasma, ¨...que se ve mas allá de un cristal, por una ventana que se abre. Este fantasma esta enmarcado¨. Seiffe menciona en este punto: ¨...dulcificamos nuestra relación con el mundo a través de (- fi) y el fantasma..¨ A continuación comenta del sueño del hombre de los Lobos. Lo que le permite explicar que, hay angustia cuando surge en el marco lo que ya estaba ahí, heimlich, por lo tanto la angustia no es sin objeto. Pero este objeto no puede ser nombrado, la angustia es el corte en la producción significante.
Ubica del lado de la simbólico y lo imaginario, lo que engaña, las palabras dentro del abismo. Del lado de lo real, lo que no engaña, sitúa la causa, produciendo un forzamiento, para decir de la mejor manera lo real, entendiendo lo real como vacío al cual tendremos acceso levantando el telón del fantasma y por vía de la estructura de la angustia.
Luego ubicará el pasaje al acto y acting out a partir de los términos freudianos inhibición, síntoma y angustia.
Para finalizar desarrolló el tema de la Eclesiastés, reconociendo un Dios que ordena gozar, especifica la demanda y precisa el objeto, introduce la función del corte, establece una marca (circuncisión) Hay un pacto con Dios que introduce al sujeto en la legalidad.
Seiffe, siguiendo a Lacan, plantea la equivalencia entre deseo y ley, son la barrera que nos cierra el acceso a la Cosa.

En una segunda parte se dio inicio al Coloquio Seminario a cargo de Ezequiel Jimenez y Víctor Hugo Maccarone.
Jiménez hizo referencia, a lo largo de su exposición, al lugar que ocupa la angustia en la neurosis obsesiva, cual es el objeto de esa angustia y de que maneras subsiste dicho objeto.
Siguiendo en su discurso a Lacan, la angustia designa la presencia de un objeto, y se manifiesta relacionada con el deseo del Otro, entonces ¿qué objeto soy para el otro? Existen dos vías, una me ubico como un semejante, otra en la cual me ubico como alguna otra cosa para el otro. En esta ultima posición hace referencia a las formas de pensar ese objeto, el objeto a, definiéndolo ¨como un resto irreductible a la simbolización en el lugar del Otro..¨ Entonces se nos abren dos dimensiones, la de la simbolización y la dimensión de otra cosa que queda como resto irreductible a la misma, pero dependiendo de ella.
Esto nos servirá para entender las formas de relacion con los otros, distintos modos de subsistencia. Para lo que describe como va constituyendo ese objeto en relación al Otro, primero se define la constitución del sujeto en tanto este cede un objeto: el pecho. Pasa de ser ese objeto a cederlo. En cuanto al objeto anal, determina un modo de relación particular con el Otro. Se introduce, la presencia de la demanda del Otro, demanda de retener y de soltar. Introduce la función de una falta, causa del deseo, deseo de retener.
En la neurosis obsesiva distingue dos tipos de deseos, uno genital y otro no, su relación es que hay una defensa de uno respecto del otro.
En la segunda parte de su exposición se pregunta como se relaciona el obsesivo ¿Qué da el obsesivo en el amor? Da al otro una imagen suya, pero ¨mas allá de ese ideal del yo que mira desde afuera y para lo cual realiza sus acciones, se encuentra el objeto, que no deja de retener, que representa lo mas idealizado y lo mas repudiado.¨ El obsesivo busca, sigue falsas pistas, la compulsión es aquí la de la duda. La duda aparece escondiendo al objeto a, objeto de la angustia que siempre esta causando al obsesivo. Concluye: ¨la angustia no es la duda, la angustia es la causa de la duda.¨
Luego Maccarone presentó un caso clínico muy interesante, relatado en dos entrevistas, produjo interrogantes tanto en los disertantes, como en la audiencia, lo que abrió el debate.


Julia Lobo.